Cabalgaba el caballo cebruno
Sus crines al viento
Rizaban la brisa del tiempo.
Sus cascos rompían la monotonía
Con un trotar señorito
Entre octubre y nochebuena
Entre las piedras del campo
Y mis alejadas penas
Corre caballo bonito
Por la pradera añejada
Por la pradera añejada
Aléjate de la nada
Con tu galope alocado
Con tu galope alocado
Hacia el abismo azulado
Deja atrás las controversias Las discrepancias,
las dudas Las fatigas inmaduras
Las inmortales promesas
El polvo de los caminos
Las hojas del calendario
Ese domingo y aquel Mayo
Las inmortales promesas
El polvo de los caminos
Las hojas del calendario
Ese domingo y aquel Mayo
Las tardes color café
Los libros nunca leídos
Los mares no recorridos
Los libros nunca leídos
Los mares no recorridos
Aunque siempre deseados.
Para, caballo cebruno
La tierra clama silencio
La tierra clama silencio
Sosiego de mar en calma
Noche cargada de estrellas
Resoplos color naranja
nocturnidad diluida entre crines
Descanso para mi alma
Soledad para el espíritu
Y horizontes de esperanza.
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