viernes, 30 de septiembre de 2011

MEDITERRANEO


Cada persona, siente algo diferente a la otra, cuando contempla el mar, e incluso la misma persona, dependiendo de mil cosas (estados de ánimo, compañía, clima, hora…) lo siente de manera distinta, también influye el mismo mar y su propio estado, y la luna, y la luz y tantas y tantas cosas que ha hecho imposible que se pueda escribir una misma sintonía que nos identifique con él, que al leerla todo el mundo esté de acuerdo en pensar lo mismo y en sentir lo mismo, es tarea imposible.
Todos los poetas han escrito del mar, lo han sentido y han sentido la necesidad de transmitirlo en negro sobre blanco, para mí ha sido Juan Manuel Serrat, a través de su canción Mediterráneo el que más se ha acercado, mil veces cantada, mil veces versionada, mil veces admirada, y mil veces sentida, yo un día después de oírla cometí la osadía de intentar hacer mi segunda parte de la canción famosa, sabiendo que nunca sería famosa, pero me identifiqué tanto que quise escribir algo que me complementase, digamos el segundo tiempo de la maravillosa primera parte, con toda la modestia del mundo pues mis primeros versos fueron de pedir perdón por tamaña empresa.
Es posible que el futuro haga que pueda sentirle cada mañana, mi intención es esa, espero llegar a cumplir mi sueño verle diariamente como se despereza, se ríe se enfada se duerme se ensucia se limpia y vive y vive y se ríe con los niños y da comida y calor y amor a los que la solicitan  y tantas cosas…que hace que yo lo venere y que considere todo un privilegio poder pasear por sus orillas, escuchándole bajito y en silencio imaginando historias desde piratas a guerreros a comerciantes a deportistas a pintores a pescadores y traficantes y policías.

Mar, principio de todo, presente importante y posible final

                                
                  No sé si quiero ni debo,
                   No sé si puedo, ni quiero
                   En cualquier caso,
                   Te siento tanto
                   Que necesito escribirte,
                   No describirte, sentirte,
                   No escucharte sino oírte,
                   No tocarte sino olerte.

                   Será porque mi niñez
                   Se deshizo entre tus olas
                   O mis primeros amores
                   Aprendieron en tu orilla
                   Que mas da, si a cada luna
                   Sigue un sol y a cada sol una luna

                   Esa misma que tú escondes
                   Y que nos das cada día
                   En cualquier caso, osadía
                   El quererme cartear contigo
                   Pero ya dije,
                   Que te siento y que te quiero
                   Que te intento comprender
                   Que me dueles y que espero
                   El poderte conocer
                   De nuevo limpio y no herido
                   Orgullosos y dadivoso
                   Altanero, no bravío
                   Solitario, colectivo.

                   Mediterráneo, te espero
                   Eres tumba y eres vida
                   Eres camino y mercado
                   Eres tesoro y pecado
                   Y te ríes socarrón
                   Cuando tu nombre pronuncian

                   Yo pasaré  por tu lado
                   Y te llamaré bajito
                   Y te pisaré descalzo
                   Y te sentiré en mi piel

                   Quizás porque mi niñez…
                   Murió pisando tu playa.                                                                                         



                       

viernes, 23 de septiembre de 2011

MATEMATICAS


Matemáticas

Es posible que fuera un día de esos en los que el profesor de matracas se empeñaba en demostrar lo inexplicable con un… como queríamos demostrar o el día que quise presumir en los pasillos del  Insti de mi nuevo vaquero cuando pasaba ella cerca del despacho del jefe de estudios, o ayer cuando escuchaba el último discurso en el Congreso de los Diputados, el caso es que siempre hay algo difícil de comprender, difícil de predecir, difícil de explicar, es difícil verbalizar el líquido que emana de nuestra materia gris, sobre todo esos días pesados, esos días ambiguos, esos días en los que aún estando no estás, y como explicar el tiempo, los besos, un día que nace y que muere en apenas un suspiro o ese mismo día que dura una eternidad, o ese mundo cercano que no se entiende con el vecino o la mirada de un niño vacía, o una serie mil veces repetida en la televisión de plasma, como verbalizar tu cara, cuando la interrogo desde la plataforma del silencio, es necesario algunas veces para entendernos mejor simplificar y resulta que lo elevamos a n-1 y si aplicamos la fórmula de dejemos que el tiempo pase él lo cura todo, no, el tiempo no cura, el tiempo retuerce la herida y la supura sacando la tristeza, la melancolía echando sal al pus del abandono, la dificultad de las cosas se simplifican con compresión, palabras, dedicación sacrificio en una palabra, con amor, hay que quererse más o al menos hay que quererse porque es fundamental compartir con alguien tus problemas aunque no sea la persona adecuada, aunque no te oiga, aunque no le importe, o aunque le pilles en mal momento,  también se puede amar a alguien que no es persona, se pude amar a la madre naturaleza , y contarle nuestras cosas, algunas veces hasta resuelve nuestras dudas o al menos permite que entremos en ese estado medio onírico que llamamos reflexión, en definitiva un día de esos, paseaba por la playa y todo me parecía sumamente complejo como los números que se convierten en puentes o en casas como las fórmulas que hacen que la vida transcurra entre suspiros de deseos y caminos de ignorancias como los colores que se transforman en cuadros o como tu cuerpo que se trasforma en mi deseo.

El límite del tiempo
dividido por la mitad de tu sonrisa,
es igual al cuadrado de tu ausencia,
 y el resultado de tus besos,
es inversamente proporcional
al doble de tu mirada.

Si multiplicamos tu deseo
por la constante de tus días,
obtendremos un valor al que
restamos la indiferencia de los mundos.

Y el resultado exacto de tu vida,
es la suma de la raíz cuadrada
de tus hechos elevados a la máxima potencia.

La derivada del amor es incompleta.
 
Y la incógnita se resuelve con  un te quiero.

jueves, 22 de septiembre de 2011

SE ALQUILA


                                      Se alquila
He decidido que lo más importante que tengo que hacer hoy es, no hacer nada, no hacer nada será hacer algo, digo yo, pero hacer algo que no sea habitual y hacerlo sin prisas, y con un toque reflexivo. Puesto el objetivo, decidí salir a la calle.
Hacía frio, bastante frio, la gente caminaba deprisa y muy abrigada, no era el mejor marco para pasear, observar y sacar conclusiones, pero estaba decidido a hacerlo. Al principio decidí seguir a la primera mujer que viese, el juego acabó en la parada del autobús 156. No fue una gran experiencia. Sigo, ahora seguiré a un hombre, acababa de comprar la prensa y seguí sus pasos, acabo en la boca del metro cercana.
Bueno caminaré despacio con los ojos bien abiertos seguro que hay algo que merezca la atención, la gasolinera funcionaba normalmente, el precio del gasoil seguía subiendo, todo normal, la gente corría frenéticamente camino de sus puestos de trabajo, yo pensé seguro que me encuentro a algún parado, hay tantos…todo funcionaba como en un tetris sin fallos, cada persona ocupaba su lugar en el momento adecuado, sin fallos, precisos, ¿era siempre así?
El autocar paro unos metros delante y subieron tres niños que se despidieron con tres besos de sus tres madres, las madres desaparecieron por arte de magia, mira al cielo esperando algo inusual, la nube de contaminación y la hora temprana apenas dejaba ver el azul, pero no parecía especial.
Estaba decidido a seguir buscando, caminaba por la gran avenida, lo coches pasaban a mi izquierda deprisa, para pararse en el semáforo de la intersección cercana, yo caminaba con la manos en los bolsillos y los ojos bien abiertos esperando ver salir el pajarito que llamase mi atención, espera, frena un poco, este local… antes era… una tienda de muebles, ahora es un sucio local vacío con el cartel de SE ALQUILA puesto varias veces y en todos sus sentidos a lo largo del antiguo escaparate, había encontrado el cambio y el motivo de reflexión, el negocio había muerto, con el la ilusión de una familia, el trabajo, el crédito que se pidió, las relaciones humanas que se establecieron, los primeros disgustos, los acreedores, los reproches de la familia, “ya te decía yo que una tienda en este barrio…” la derrota, la decisión final, la liquidación y la pega de los carteles en los sucios cristales, decidí parar un momento frente a la entrada y rezar un responso por la ilusiones perdidas por la derrota por la miseria por la necesidad por el volver a empezar por los siglos de los siglos AMEN.



Vuelve a nacer día tras día pero
Ni siquiera la muerte es eterna
Las ilusiones se pierden en el mismo momento
En que se materializan
Y los finales se reinventan entre bambalinas
El cielo quiso ser tierra y no pudo
La tierra quiso ser aire y abortó
La esperanza y la duda siempre han caminado juntas
Y el esfuerzo descansa al borde del camino.

El CORTE...INGLES

                            EL CORTE… INGLES
Me crucé contigo en las escaleras de los grandes almacenes, yo subía, tu bajabas, decidí darme la vuelta y seguirte en la distancia, ibas sola y te parabas en los distintos sitios como mariposeando, atraída bien por los colores, bien por los precios, no te importaba tu entorno, simplemente holgabas, mientras tú te parabas yo en la distancia imaginaba mi boca acariciando tu cuello, y salivando tu pequeña oreja, mientras tú me ofrecías tu larga cabellera estirando hacia atrás tu cuello con los ojos casi cerrados y mordiéndote los labios, preguntaste algo a la dependienta, fue la primera vez que vi tu boca abrirse y cerrarse a compás y al final tu sonrisa nació en tu cara, cambié de posición simulando estar interesado el algo  que no fueras tú, desde el nuevo ángulo contemplé tu vientre y tus piernas frontalmente, te imaginé sin los pantalones vaqueros apretados y con una braguita pequeña que no minúscula, tal vez de color rojo nunca de color carne, son horribles, decidí llamar tu atención discretamente, simulé cuando estabas cerca viendo algunos zapatos e imaginándome tus pies desnudos que se me caía al suelo unos botines, ni me miraste, eran más interesantes unos interminables zapatos con unas estalactitas inmensas que acariciabas te sentaste de descalzaste, vi tu pie y me imaginé chupando tus dedos, mordiendo la planta  jugueteando tus dedos y mi lengua, tras probarlos te asomaste a un espejo, por un momento pensé que me habías descubierto, estaba detrás completamente bobo, con los mismos botines de antes en mis manos, se acercó un dependiente con el clásico ¿puede ayudarle? Pensé… pues como no seas el hermano… no, está bien solo estaba mirando gracias… mirando pensando sudando sufriendo deseando babeando jadeando y aturdido, mientras te contemplabas en el espejo girando sobre tu cuello y clavado tus ojos en los zapatos, pensé se los compro, cuando se acerque a caja a pagarlos me acerco y la dijo, señorita tendría mucho gusto en regalarles los zapatos, ¿acepta el regalo’ ella, pondría una sonrisa de oreja a oreja y me diría ¿cómo no? Muchas gracias y eso ¿porqué? Pues porque es usted simplemente preciosa etc etc, la miré y vi como dejaba los zapatos en el mismo sitio que estaban, necesito pasar cerca y olerla, apenas la rocé, pero fue suficiente, sentí bajo el pantalón un cosquilleo y mordiéndome los labios puse rumbo sur tras un rodeo que sirvió para airearme un poco entre la ropa de deporte, puse de nuevo rumbo al objetivo en mi cabeza resonaba la canción de la película Tiburón iba directo a la presa y sería mía. Me miré en un espejo dándome el Ok respiré hondo, saqué a pasear mi blanca dentadura y al llegar a su altura pregunté con voz firme ¿por favor señorita me podría indicar dónde está librería?
A lo que contestó son 100 la hora



Me pregunto si existes o has existido
Si alguna vez la ropa retuvo tu inmortal imagen
Si la materia te volvió burbuja
Incandescendes labios, nariz helena
Alma de nube, sonrisa fresca
Andar descalzo entre perfumes de café caliente
Sábanas blancas
Y en un tiempo eterno de horas cristalizadas
Mermelada de adioses
Y besos peregrinos a medianoche


HACIA AIRE


Hacía aire, mucho aire, desde el ventanal de mi  casa veía como una y otra vez los árboles negaban con la cabeza, era evidente que ellos no habían sido, pese al interrogatorio a que eran sometidos, era un día obscuro lluvioso y ventoso es decir lo que llamamos un día de perros ( no sé porqué, ¿que culpa tienen los perros? a lo mejor es porque son los únicos que transitan por las calles en éstos días) la gente lo hace a la carrera mientras el viento se entretiene doblando paraguas y levantando faldas, hacía frio mucho frío. Era la hora del recreo en el colegio cercano, pero hoy el patio estaba mudo, ¨melancolía de lluvia tras los cristales¨ los coches despedían a su paso cortinas de agua sucia y los semáforos clamaban en el desierto.
Abrí un libro, me senté al borde de la ventana y me dispuse a pasar las siguientes horas leyendo alguna historia, que tenía la intuición no me iba a gustar mucho, mi preferencia era mirar a la calle, no obstante lo intenté, abrí, leí y abandoné no me enteraba de nada, mi mirada buscaba el movimiento, pero no era fácil, la calle a pesar de que era media mañana estaba vacía, a unos 50 metros  se encontraba un gran bloque de 11 pisos llenos de vecinos y con alguna luz encendida, decidí examinarlo planta a planta, pero también pinché en hueso, nada destacable, alguna figura indeterminada, el tiempo transcurría lentamente, respiré hondo y abrí la ventana como queriendo formar parte del paisaje, sentirlo más cerca, sólo sentía como se marchaba la calefacción y la atmósfera de la habitación se hacía más respirable, cerré rápido, reflexioné sobre la soledad, era una situación que no me era muy común, a mi alrededor siempre ha habido gente, no es muy frecuente que sin quererlo, sin buscarlo me encuentre en una situación de soledad y sin duda merecía un punto y aparte, ¿sería esta situación lo digamos ¨habitual¨? ¿A partir de ahora iba a tener más tiempo de soledades? Mi respuesta fue sí, no nos damos cuenta pero llega un día en nuestra vidas que te cambian los hábitos, que tienes más tiempo para mirar y analizar a tu alrededor sin agentes contaminantes que distorsionen la realidad, eres el tú desnudo contra el mundo y tienes que tomar una estrategia, que puede ir desde el autoanálisis hasta el servilismo, desde la autoestima hasta la mendicidad del alma. He llegado a este punto y lo he sentido en un día de perros, ahora tengo que tomar una decisión.

Siempre me ha gustado que el aire fresco
Arrebole mis mejillas
Caminar con la compañía a compás de mis pisadas
Entre el silencio sepulcral de los coches aparcados
Que  recuerda a las tumbas de cualquier cementerio
Pero yo elegía ese momento
Era un acto voluntario y placentero
Ahora no,
Ahora lo encuentro cuando menos me los espero
Al mirar el reloj y ver que se han caído las agujas
Cuando no sabes en que día de la semana estás
Y al comprar el pan pides solo una barra


TU BATA ABIERTA

Tu bata abierta a media pierna, dejaba ver tu palidez perfecta, mientras mi cuerpo despertaba bostezando añoranzas y recuerdos oníricos.
Éramos jóvenes y desayunábamos en la cama, hacíamos planes y discutíamos egocéntricamente, al final, el agua de la ducha solía aclarar nuestras ideas y empezábamos la vida día a día como un asalto entre gong y gong hasta el final.
Luego antes de cerrar los ojos nos contábamos nuestra vivencias y opinábamos y volvíamos a convertir la vida en una ruleta, jugábamos y alguna vez acertábamos y otras no, pero siempre juntos, cómplices, compañeros, amigos, colegas, esposos, amantes y padres.
Ha pasado el tiempo y tu bata se cierra cada mañana, apenas contemplo tus tobillos y mi cuerpo languidece tras el viejo pijama, los planes son los de siempre, los días son los mismos días y las semanas pasan sin apenas cambios, como el agua del río vista desde el mismo puente, antes de cerrar los ojos ya sobran las palabras,  hemos llegado a un entendimiento tal que a veces pienso si nos hemos convertido en espíritus que ya estamos libres de las cosas mundanas, llámense carne, palabras o sentimientos, solamente los primeros apuntes de futuras enfermedades salpican nuestras vidas y nos vamos convirtiendo en polvo sin darnos cuenta.
He consultado al gran brujo y me ha dicho que lo que necesitamos es una caja de inyecciones de infancia, necesitamos ser abuelos para volver a vivir, dentro de los parámetros limitados en los que nos movemos, tenemos que ver a nuestros nietos crecer y ver a nuestros hijos crecer con ellos, tenemos que volver a beber vida aunque sea del segundo vaso, las personas estamos hechas para tener problemas, sino, nos lo creamos para poder preocuparnos e intentar resolverlos.
Antes de que llame a la puerta la que nunca falla y mientras vemos como los inviernos se nos hacen un poco más eternos y un poco más grises y un poco más densos y un poco más cercanos, necesitamos agarrar las horas que nos queden como el lactante el dedo de la madre y agotar la última gota de leche que nos quede de vida con la misma fuerza que busca el pezón caliente.

Al final nos quedará el amor, Pero en esencia
Como ese frasco pequeño sin etiqueta
Que siempre he tenido en la mesilla
Mientras se retuerce la piel
Y las nubes aparecen en los ojos
Mientras se quejan los huesos
Al unísono con las estaciones
Y mientras el pelo desaparece
Como las buenas noticias de tus amigos
Cansados, recomponemos  los tiempos
Como los muebles imposibles
Hechos de piezas en el antiguo Oriente
Cansados  damos los primeros pasos
Hacia el último camino
En espera de que el llanto de un niño cercano
Haga que tomemos el penúltimo desvío.