ADVENTINA

Se llama Adventina, y la conocí un martes de agosto, tras un día espeso y salado al borde del mar, donde suelo pasar las vacaciones, acudí a las luz de las farolas para, como cada martes iniciar el recorrido poético por las empinadas calles y entre las negras farolas expectantes, eran las 11 y apareció cogida del brazo de su hija mayor, vestida de blanco, con un moño perfecto que daba a su cabeza aún mas dignidad de la que a simple vista rezumaba, dedos largos y huesudos, enjuta parecía ser familia del ilustre caballero de la triste figura, se sentó en un pequeño poyete esperando con la mirada perdida, el ruido de las campanadas del viejo reloj, pareció despertarla de sus memorias, empezó el recorrido puntual como siempre. Juan Carlos la presentó… hoy nos honra con su presencia Adventina, nuestra Adventina que a sus 93 años quiere recitarnos un poema que ha compuesto. Ella se acercó a la farola de la plaza vieja y a porta Gayola , sin papel estuvo recitando unos rancios versos medianamente compuestos, durante ese tiempo crecía mi admiración por ella, era casi un flechazo, que barbaridad, que cabeza, que sentimiento, rastro sin duda de su amor apasionado, que claridad, que carácter cuando acabó el poema aplaudí,  aplaudí como un loco, era como si la vida me hubiera concedido una prórroga, había un ser humano que a su edad avanzada tenía el cuerpo y la mente en perfecto estado y además podía vivir de recuerdos sin frustraciones con alegría que se desbordaba por sus ojos, terminado su momento, se agarró al brazo de su hija para seguir disfrutando de la noche entre versos de noveles y recuerdos a los grandes poetas, durante un rato la estuve mirando, era feliz disfrutaba de cada momento, y a veces dibujaba una sonrisa cómplice, me acerqué, hola, me ha encantado su poema, dije por cortesía, me pareció este saludo más apropiado que un … gracias te quiero, hola contestó, he quedado impactado de sus condiciones físicas y mentales … no creas hijo que tengo mis achaques … es la primera vez que la veo y he venido tres años a estos encuentros…

Es mi hija que no quiere traerme… pero me parece que este mes si me va a poder traer… le prometo que para el próximo día hará un poema para usted y se lo regalaré, muchas gracias, ¿es usted de Madrid? Sí.

Cuando llegué a casa necesitaba escribir .            

ADVENTINA (93 años)

Recibe la noche versos de tu boca anciana

Bocados de juventud añorados

Tu figura destaca blanca y altiva

Se recorta contra el negro de la farola

Y el azul de la montaña

Hermana de D. Quijote

Diosa añorada

Néctar de vida

Mujer soñada

Realidad o quimera

En cualquier caso amada.