Se alquila
He decidido que lo más importante que tengo que hacer hoy es, no hacer nada, no hacer nada será hacer algo, digo yo, pero hacer algo que no sea habitual y hacerlo sin prisas, y con un toque reflexivo. Puesto el objetivo, decidí salir a la calle.
Hacía frio, bastante frio, la gente caminaba deprisa y muy abrigada, no era el mejor marco para pasear, observar y sacar conclusiones, pero estaba decidido a hacerlo. Al principio decidí seguir a la primera mujer que viese, el juego acabó en la parada del autobús 156. No fue una gran experiencia. Sigo, ahora seguiré a un hombre, acababa de comprar la prensa y seguí sus pasos, acabo en la boca del metro cercana.
Bueno caminaré despacio con los ojos bien abiertos seguro que hay algo que merezca la atención, la gasolinera funcionaba normalmente, el precio del gasoil seguía subiendo, todo normal, la gente corría frenéticamente camino de sus puestos de trabajo, yo pensé seguro que me encuentro a algún parado, hay tantos…todo funcionaba como en un tetris sin fallos, cada persona ocupaba su lugar en el momento adecuado, sin fallos, precisos, ¿era siempre así?
El autocar paro unos metros delante y subieron tres niños que se despidieron con tres besos de sus tres madres, las madres desaparecieron por arte de magia, mira al cielo esperando algo inusual, la nube de contaminación y la hora temprana apenas dejaba ver el azul, pero no parecía especial.
Estaba decidido a seguir buscando, caminaba por la gran avenida, lo coches pasaban a mi izquierda deprisa, para pararse en el semáforo de la intersección cercana, yo caminaba con la manos en los bolsillos y los ojos bien abiertos esperando ver salir el pajarito que llamase mi atención, espera, frena un poco, este local… antes era… una tienda de muebles, ahora es un sucio local vacío con el cartel de SE ALQUILA puesto varias veces y en todos sus sentidos a lo largo del antiguo escaparate, había encontrado el cambio y el motivo de reflexión, el negocio había muerto, con el la ilusión de una familia, el trabajo, el crédito que se pidió, las relaciones humanas que se establecieron, los primeros disgustos, los acreedores, los reproches de la familia, “ya te decía yo que una tienda en este barrio…” la derrota, la decisión final, la liquidación y la pega de los carteles en los sucios cristales, decidí parar un momento frente a la entrada y rezar un responso por la ilusiones perdidas por la derrota por la miseria por la necesidad por el volver a empezar por los siglos de los siglos AMEN.
Vuelve a nacer día tras día pero
Ni siquiera la muerte es eterna
Las ilusiones se pierden en el mismo momento
En que se materializan
Y los finales se reinventan entre bambalinas
El cielo quiso ser tierra y no pudo
La tierra quiso ser aire y abortó
La esperanza y la duda siempre han caminado juntas
Y el esfuerzo descansa al borde del camino.
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